Agua que no has de beber… ¡no la dejes correr!

Hay motivos ambientales, económicos y de cultura organizacional para cuidar el agua. Para el mes en que se celebra el Día internacional del agua, te proponemos 10 ideas para su uso eficiente en nuestro lugar de trabajo.

Es uno de los recursos no renovables que más se contaminan y que más afectan nuestra vida. El avance científico para sustituir el uso de la madera, el petróleo y el carbón es notable, pero no podemos cambiar el agua por nada; sólo podemos cuidarla y usarla de manera más eficiente.

El año pasado, las Naciones Unidas promovieron una campaña con el lema “o”, con el objetivo de concientizar acerca de su impacto en la vida cotidiana de las personas en el mundo: la mitad de los trabajadores de todo el globo (casi 1500 millones de personas) se desempeñan en sectores vinculados a los recursos hídricos.

Para este año, el eje de la campaña será “¿Por qué desperdiciar agua?”, y estará destinado a adoptar medidas que permitan actuar sobre un problema urgente: alrededor de 1200 millones de personas no tienen acceso al agua potable. Además de las medidas propuestas a gobiernos y empresas para adoptar políticas sostenibles de uso del agua, podemos pensar acciones cotidianas para instalar el tema en nuestro lugar de trabajo y contribuir a la campaña global.

1. Que todos seamos conscientes. La primera medida para un uso eficiente del agua en el trabajo es que todos se sientan involucrados. Una campaña de comunicación con nuestro personal, en la que mostremos la importancia del problema, es clave para poner el tema en agenda y generar compromiso con las acciones a tomar.

2. Escuchemos todas las voces. La innovación en el lugar de trabajo proviene muchas veces del lugar menos pensado. Todos tenemos ideas que pueden ser valiosas para nuestro objetivo y necesitamos escucharlas para mejorar las políticas de uso del agua. Podemos hacer una pequeña jornada o taller para recibir y discutir ideas en este sentido.

3. Pongamos objetivos factibles. La eficacia de cualquier política de recursos humanos depende de que podamos evaluar sus fortalezas, debilidades y su capacidad para alcanzar objetivos. Una evaluación del uso de recursos nos permitirá fijar metas alcanzables a cumplir en cuanto al consumo y el uso, tanto en cantidad como en calidad.

4. Usemos sanitarios de descarga inteligente. Los inodoros son los artefactos de mayor consumo de agua en una oficina: cada descarga insume entre 6 y 9 litros. En la actualidad existen dos sistemas para ahorrar su consumo: los de interrupción y los de doble descarga. Estos sistemas permiten ahorrar hasta un 60% del uso de agua en el baño.

5. Arreglemos las pérdidas. Un “cuerito” roto ocasiona pérdidas constantes que pueden ir desde una gota hasta un pequeño chorro sostenido. Un solo artefacto con pérdida puede llegar a producir un desperdicio de hasta 10.000 litros por año.

6. Instalemos canillas automáticas. Más del 50 % del agua que usamos para lavarnos las manos no llega nunca a nuestras manos, sino que fluye mientras nos enjabonamos o nos secamos. El uso de canillas automáticas, correctamente reguladas, permite evitar el desperdicio de un lavatorio mal cerrado o usado de manera poco cuidadosa.

7. Regulemos el uso del agua para la limpieza. Una manguera conectada a la canilla para lavar veredas y grandes superficies suele ser extremadamente ineficiente por el flujo constante de líquido. El empleo de hidrolavadoras, en cambio, no sólo evita el desperdicio de agua que no se usa, sino que la expulsa con una presión que la hace más eficiente para lavar y enjuagar. En un estudio corporativo reciente se demostró que las hidrolavadoras permiten ahorrar hasta un 80% del agua empleada.

8. Usemos responsablemente el lavavajillas. Si en nuestra empresa usamos lavavajillas o dispositivos parecidos, es importante que los usemos con cuidado, activándolos sólo cuando se encuentran llenos y pre-enjuagando la vajilla antes del lavado. Existen actualmente lavavajillas eficientes que gastan hasta un 50% menos que otros.

9. Bebamos agua potable y fresca. El uso eficiente no significa el no uso. Por el contrario, es importante que todos tengamos acceso mediante filtros de agua potable o dispensers. Beber no menos de dos litros diarios nos mantendrá hidratados y saludables, generando menor ausentismo y un mayor bienestar del personal.

10. Reguemos las plantas. Un estudio de 2014 probó que los trabajadores podían llegar a ser hasta un 15% más productivos en oficinas con plantas y flores. Sentir que estamos rodeados de vida con la que tenemos algún grado de compromiso (como regar las macetas) ayuda a mejorar el bienestar y la productividad de las personas.

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