Cigarrillo electrónico: primeros resultados científicos alertan sobre riesgos para la salud

Su
carácter “inofensivo” es su principal argumento de venta. Sin embargo, recién
durante 2018 se conocieron estudios de largo plazo en vapeadores que
muestran sus riesgos para el corazón, los pulmones y la salud mental.

Desde hace uno o dos años, los
cigarrillos electrónicos o “vapeadores” se impusieron en nuestro país a pesar
de que su venta y consumo no han sido regulados y, técnicamente, su uso es
ilegal. Esto se debe, entre otros factores, a la falta de estudios concluyentes
acerca de los efectos que su uso tiene sobre quienes los consumen y quienes los
rodean. Así, se escuchan
opiniones a favor y en contra   de
su uso.

En este tiempo, se han conocido
resultados de estudios de largo plazo que muestran que, aunque son menos
peligrosos que los cigarrillos comunes, y efectivamente pueden ayudar a
abandonar o reducir su consumo, acarrean sus propios riesgos. Estos son
algunos:


La moda de vapear se impone entre los adolescentes de hoy como el tabaco en los
de ayer, produciendo una
nueva generación de adictos a la nicotina.
En efecto, la sustancia sigue siendo altamente adictiva y se encuentra en casi
la totalidad de las mezclas para cigarrillos electrónicos, con frecuencia en
cantidades más altas que en los cigarrillos normales. Resulta irónico,
entonces, que un dispositivo creado para ayudar a los adultos a dejar el tabaco
esté enganchando en la adicción a los adolescentes.

–  Los “vapeadores pasivos
también son perjudicados. Durante muchos años, las campañas de salud estuvieron
centradas en los fumadores pasivos, prohibiendo fumar en ambientes públicos
cerrados. No sucede lo mismo con los vapeadores, que consideran que su vapor es
inofensivo, aún para sus hijos (el
73% de los padres vapeadores lo hace en su casa, algo casi impensable para los
fumadores). Sin embargo, los vapeadores emiten aerosol (no, técnicamente,
“vapor”), que contiene sustancias nocivas como nicotina, plomo y sustancias
cancerígenas que afectan el sistema respiratorio. Así que no: vapear no es
inofensivo para quienes nos rodean.


Los
nuevos cigarrillos electrónicos son
tan perjudiciales para los pulmones como el cigarrillo tradicional. Una  nueva tecnología, llamada IQOS, fue testeada
en comparación con los cigarrillos de tabaco, exponiendo células bronquiales
epiteliales y músculos de vías respiratorias. Los resultados mostraron que producen
un efecto semejante al del humo de cigarrillo en cuanto al deterioro de los
pulmones y las vías respiratorias, lo cual puede concluir en el mismo tipo de
trastornos de salud.

Durante muchos años la sociedad
ignoró las advertencias de médicos y científicos sobre los peligros del
cigarrillo, que se extendía sobre todo entre los más jóvenes. Esperemos que no
suceda lo mismo con los vapeadores contemporáneos.


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