¿Cómo bajar de peso de manera saludable?

Ya seamos varones o mujeres, cuando
llega el verano comenzamos a vernos más, y más críticamente, en el espejo.
Generalmente es el momento en el que decidimos comenzar -o retomar- alguna
actividad física, con el propósito público de combatir el sedentarismo y el
deseo secreto de bajar unos kilos. La verdad es que el ejercicio, con
todos los beneficios físicos y mentales que conocemos bien, puede ayudarnos a
mantener el peso, pero no es tan eficaz para bajarlo. Por ejemplo, si querés
quemar las 400 calorías de dos medialunas tenés que nadar 72 minutos sin parar;
o ascender una pendiente pronunciada con una mochila de 4,5 kg durante 48
minutos.

En efecto, para bajar de peso es necesario
controlar lo que ingerimos, es decir, hacer dieta; y es recomendable, además,
hacer ejercicio que la acompañe. Cuando buscamos en internet dietas más o menos
milagrosas, que nos permitan bajar en dos meses lo que subimos en todo el año,
vamos a encontrar una gran cantidad de programas disparatados y riesgosos: la
dieta de las tres P, de la papa, del pomelo, del ajo, de los huevos, del limón,
del calendario, de Victoria Principal, etc. Se trata de programas de
alimentación hipocalórica, es decir, en los que se consumen menos calorías de
las necesarias para el cuerpo humano: en vez de las 1500-2000 recomendadas,
estas dietas suman apenas unas 1000 calorías diarias. Por otra parte, su aporte
nutricional es escaso y desequilibrado; de allí que no puedan prolongarse en el
tiempo más de algunos días o, como mucho, semanas. En consecuencia, además del
peligro de malnutrición que estas dietas entrañan, generan un “efecto rebote”:
al terminar el ciclo prescripto por esta alimentación deficiente, no sólo volvemos
a nuestro peso anterior, sino que incluso podemos aumentarlo, debido al
desequilibrio metabólico que provocan.

Lo primero que tenemos que determinar es si
efectivamente necesitamos bajar de peso. Para ello, el indicador más confiable
es el Índice de Masa Corporal (IMC), que resulta de dividir el peso en
kilogramos por la altura en metros al cuadrado. Así, una persona que pesa 80 kg
y mide 1,80 m tiene un IMC de 24,69 (80/1,802). Un IMC saludable se encuentra
entre 18,5 y 24,99. Por debajo de este rango, deberías consultar a un
profesional para que te ayude a sumar los kilos necesarios para alcanzar el
peso óptimo. Por encima de este rango estamos en situación de sobrepeso, y será
necesario entonces bajar algunos kilos bajo la supervisión de un profesional.

Si nos encontramos cerca de los límites más altos de
un IMC saludable, pero queremos bajar unos kilos por motivos estéticos, también
será importante consultar a un dietista que nos ayude a bajar de peso sin poner
en riesgo nuestra salud. En efecto, aunque hay tantas dietas como páginas de
internet, también las necesidades calóricas y nutricionales de cada uno son
diferentes, y cualquier cambio en nuestra alimentación debe tener en cuenta las
características de nuestro organismo.

En términos generales, una dieta hipocalórica debería
ser equilibrada y variada, incluyendo varias colaciones o ingestas breves
durante el día con porciones reducidas. Recordá que es mejor comer muchas veces
poco y no pocas veces mucho. En términos generales, las frutas son la opción
ideal para “picar” entre comidas, tanto por su aporte calórico como
nutricional.

En cualquier caso, desconfiemos de las dietas
milagrosas y rápidas, cuyos resultados inmediatos suelen ser luego
contrarrestados por el efecto rebote. En cambio, podemos ir consultando desde
ahora a un especialista, para bajar de peso sin dañarnos y con un efecto
duradero.

 

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