Cómo desintoxicarse después de las fiestas

En diciembre llegan los brindis, los cierres y las fiestas de fin de año. Es posible que después de algunos días de desayunar vitel toné nos sintamos pesados, cansados y hasta un poco asqueados por los excesos. Es tiempo de desintoxicarnos.

Ante todo, lo que corresponde: no es bueno excederse con la comida y la bebida en las fiestas. Los excesos no sólo impactan en el colesterol, los triglicéridos, el azúcar en sangre y la presión; también te hacen subir de peso y aumentar la sensación de malestar.

Ahora bien, sabiendo todo esto, es inevitable que nuestra alimentación se altere para mal y, al cabo de unos días, sintamos la necesidad de desintoxicarnos. Acá van algunos consejos para que la tarea sea más fácil:

– Evitá las harinas y azúcares, no sólo en su forma simple, sino también elaborada (en galletitas, panificados, etc.). En cambio, consumí muchas frutas y verduras, ideales para el calor del verano, que aportan fibras, minerales y vitaminas que ayudan a mantener un equilibrio más armónico en nuestro cuerpo.

– Mantené tu cuerpo hidratado. ¿Nunca pensaste por qué, después de tomar bebidas alcohólicas, tenés más sed, y no menos? Sucede que una pequeña parte de cada bebida es agua, pero el resto es alcohol, y uno de sus efectos es la deshidratación. En un primer momento, el agua nos calma, pero en seguida el alcohol nos deshidrata, generando la necesidad de tomar otra vez. Otros factores, como el calor del verano, producen el mismo efecto. Es por eso que tenemos que tomar entre dos y tres litros de agua, en sorbos cortos a lo largo del día, aún antes de sentirnos sedientos. La sed es el primer indicio que da el cuerpo para decirnos que se está deshidratando.

– Las carnes magras, de vaca, pollo o pescado, contribuyen a nuestra dieta con proteínas sin dejarnos la sensación de pesadez del exceso de grasa. Siempre es mejor que estén acompañadas de verduras, evitando las harinas que se encuentran, muchas veces, disimuladas en la comida, como en el caso de las milanesas.

– Hacé ejercicio. El sedentarismo contribuye a la pesadez y al desequilibro del cuerpo; al menos una caminata de 30 minutos diarios a buen paso ayudará a liberar endorfinas y expulsar toxinas, renovando el aire y mejorando incluso nuestro estado de ánimo. Un estudio reciente recomienda 1 hora de ejercicio diario para revertir 8 horas de trabajo de oficina.

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