Consejos para los operadores de PC

La ergonomía es una palabra compuesta proveniente de dos raíces griegas: ergos, que significa actividad, y nomos, que se traduce como normas o leyes naturales. Una traducción literal sería la adaptación de la actividad a las leyes naturales. Como disciplina científica o profesión, podríamos describirla como aquella que aplica sus conocimientos para mejorar el desarrollo de los sistemas tecnológicos de uso diario, con el fin de que los mismos estén en sintonía con las habilidades y capacidades humanas. Se trata de diseñar desde el punto de vista del operador o usuario, de su comodidad, más que desde el punto de vista meramente eficientista o incluso estético.
Sus especialistas, los ergónomos, deben abrevar en las fuentes de múltiples disciplinas, la ingeniería, la biomecánica, la antropometría, la fisiología, la psicología, etc.
Cuando los sistemas están ya ampliamente difundidos y son de uso universal, la función del ergónomo es la modificar el entorno para hacerlo más adaptable y menos nocivo para el operador.
Ha sido publicado últimamente en diferentes medios un estudio del Dr. Frederic Gerr, ergónomo de la Universidad de Iowa, en el que hace referencia al uso intensivo de computadoras y su repercusión como generador de dolor.
El estudio se basa en el seguimiento de 632 trabajadores usuarios de computadoras, a lo largo de un año, y la conclusión es que al cabo de ese período el 60% de los mismos desarrollaron dolores de cuello y espalda. Para ello, bastaba con un uso mínimo de 15 horas semanales de computadora. En contraposición, solo un 1% de los pacientes desarrolló “síndrome del túnel carpiano”, neuropatía periférica que afecta a los miembros superiores con síntomas como calor, dolor y adormecimiento de las palmas de las manos, especialmente de los dedos pulgar, medio e índice, con lo que se desvanece uno de los principales riesgos previstos por los especialistas para este tipo de tareas.
El Dr. Gerr ha elaborado una serie de consejos preventivos del dolor, los que se trascriben a continuación.

• Ubicar el teclado de manera que esté por debajo de la altura de los codos
• Inclinarse levemente hacia atrás en el asiento. Hasta aquí la recomendación habitual era sentarse con los hombros erguidos
• Sostener los antebrazos sobre el escritorio, desplazando el teclado hacia atrás. Los codos pueden estar flexionados en ángulos superiores a los 90 grados (otra innovación), con tal que se facilite la posición. Otra forma de obtenerla es utilizar sillas con apoyabrazos.
• Se puede utilizar una plantilla de espuma de goma suave, de altura no mayor a la del teclado, con el fin de mantener la muñeca en posición horizontal y no flexionada hacia arriba durante el tipeo.
• Colocar el monitor de la computadora directamente enfrente del operador. El borde superior del mismo debiera estar a la altura de sus ojos.

Para terminar, recuerde, siempre va a resultar más económico y productivo adaptar el trabajo al hombre que el hombre a su trabajo.

La Redacción

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