Donación de óvulos y tratamientos de fertilidad

Uno de cada
cuatro tratamientos de fertilidad necesita de óvulos donados. La Sociedad
Argentina de Medicina Reproductiva explica por qué y cuáles son las
recomendaciones para iniciar uno.

La decisión de
tener hijos
se toma cada vez con mayor edad. En Reino Unido, por ejemplo, son más las mujeres que tienen su primer
hijo después de los 35 años que antes de los 25. En España, mientras que en
1974 la edad promedio para comenzar a tener familia era de 25 años, en 2014 era
de 30.      En la
Ciudad de Buenos Aires, la edad ha
ido sistemáticamente en aumento: desde los 28 años en 2000, hasta los 31 en
2017. La edad es mayor en los sectores socioeconómicos medios y altos, mientras
que disminuye en los sectores bajos.

¿A qué se debe
esta decisión? Se han intentado muchas explicaciones: en muchos casos, los
cambios en las relaciones humanas hacen que sea más difícil formar una pareja
estable con el proyecto de tener hijos; en otros, la decisión se posterga hasta
después de alcanzar objetivos de desarrollo profesional o personal; en otros,
se espera hasta alcanzar cierta estabilidad económica, o una casa propia, etc.

Puesto que la
decisión de tener familia se toma a una edad más avanzada, la detección de
problemas de fertilidad también se produce tardíamente: la edad promedio de
primera consulta por este tema es de 38 años. Puesto que a esa edad las mujeres
ya están finalizando su ciclo de fertilidad biológica, sucede que muchas veces
no pueden emplear sus propios óvulos, puesto que su viabilidad para un
procedimiento de fertilización
in vitro decayó.            

Es por este
motivo que 1 de cada 4 procedimientos de fertilización se realiza con óvulos
donados, proceso que se conoce como
ovodonación.

¿Quiénes
pueden donar óvulos? Mujeres sanas de 18 a 32 años, luego de una completa
evaluación clínica y psicológica, con un peso adecuado y que no
usen anticonceptivos subdérmicos (“chip”), aunque sí pueden
tener DIU o trompas ligadas.
El procedimiento es indoloro y ambulatorio, aunque requiere de un tratamiento
preparatorio que dura aproximadamente dos semanas.


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