Un estudio muestra que la
exposición moderada a rayos UV podría mejorar el desempeño en tareas de
memorización y entrenamiento.
Todos preferimos trabajar
con luz natural en vez de artificial, porque sabemos que afecta el humor, la
sensación de encierro y la vista. Desde ahora, sabemos también que puede
mejorar nuestra memoria.
Una investigación
realizada por la Universidad de Ciencia y Tecnología de China encontró una nueva vía biosintética de
glutamato activada por la luz del sol en los cerebros de ratones. Esa ruta
contribuye fundamentalmente en neuroconductos que afectan nuestra vida
cotidiana a través del humor, el aprendizaje y la cognición.
El artículo, publicado en
la revista Cell en mayo de este año,
se basó en un experimento de aprendizaje en dos grupos de ratones: uno que recibía
exposición a la luz solar y otro que no lo hacía. Los resultados mostraron que
quienes permanecían en la sombra necesitaban 6 rondas de entrenamiento para
aprender, mientras que los que recibieron rayos UV lo hicieron en sólo 4. En
otros términos, se volvían más inteligentes.
Aunque los investigadores
no indicaron cómo continuarán con sus experimentos, los resultados de este
trabajo muestran buenas razones para mejorar las condiciones de trabajo y
aprendizaje en los humanos. O, al menos, para diseñar espacios más agradables.