Un estudio realizado en nuestro país muestra el gran
desconocimiento que hay de la enfermedad. ¿Le damos la importancia que tiene?
Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de
muerte en todo el mundo: alrededor del 32% de los fallecimientos (18 millones
de personas) se deben a afecciones vinculadas con el corazón. La hipertensión
es el principal factor de riesgo de estas enfermedades.
¿Qué es la hipertensión? Es una enfermedad que causa que la
presión de la sangre hacia las paredes de las arterias aumente de forma
sostenida en el tiempo, provocando su deterioro, engrosamiento y pérdida de flexibilidad.
Cuando la arteria se cierra demasiado, aumentan los riesgos de Accidente
Cerebrovascular (ACV), que se deben a la interrupción de flujo sanguíneo en el
cerebro; también de infarto de miocardio, debido al esfuerzo extra que el
corazón debe hacer para irrigar todo el cuerpo.
En la mayoría de los casos, la hipertensión es asintomática;
es decir, quien la sufre no se da cuenta de ello. La única manera de detectarla
es a través de la medición de la presión arterial periódica, lo cual permite
tratarla y controlar su avance.
Según un estudio realizado por la Sociedad Argentina de
Hipertensión Arterial (SAHA) con casi 70.000 pacientes en 60 centros de salud, 3
de cada diez argentinos mayores de 18 años son hipertensos. El 40% de los
hipertensos no sabían que lo eran; el 30% estaba en tratamiento pero éste no
era eficaz en el control de la enfermedad; finalmente, el 3% no recibía ninguna
medicación específica. Esto significa que apenas el 27% de los hipertensos del
país está recibiendo un tratamiento adecuado para su enfermedad.
Esta grave situación tiene múltiples causas, según los
especialistas. Al tratarse de una afección asintomática en el 90% de los casos,
muchas veces los pacientes abandonan el tratamiento en cuanto se sienten mejor.
También hay casos en los que, por motivos económicos, deciden suspender el
tratamiento de la hipertensión para sostener otros, que consideran
prioritarios. Muchas veces, incluso los médicos y médicas subestiman el impacto
de la hipertensión o su tratamiento farmacológico, recomendando simplemente la
dieta y el ejercicio como única intervención.
Por estos motivos, la SAHA recomienda el control periódico
de la presión arterial mediante el uso de dispositivos certificados y validados
según estándares internacionales. Para quienes ya se encuentren en tratamiento,
es muy importante mantener hábitos alimentarios y de actividad física
saludables, además de tomar la medicación de manera sistemática.