Medicina digital: qué son las cadenas de bloques y por qué van a revolucionar la salud

La tecnología de cadena de bloques, usada para crear criptomonedas como el bitcoin, puede revolucionar la información personal en salud: historias clínicas, medicamentos seguros y más.

Hace poco te presentamos el impacto de las nuevas tecnologías en el dinero, destacando el lugar de las criptomonedas: un cambio virtual, global, imposible de rastrear y falsificar, sin mediadores ni instituciones garantes, cada vez más valioso y extendido.

La tecnología que hace posible este nuevo sistema monetario es la ‘cadena de bloques’ (blockchain), una forma de distribuir los componentes de una base de datos entre los diferentes miembros de una red para identificar un objeto digital. Una vez producido un bloque, queda lineal e intemporalmente vinculado al anterior, lo que significa que no puede ser alterado. Se trata de un sello indeleble que puede aplicarse para validar distintos tipos de información, que puede circular de manera instantánea, confiable y barata por todo el globo.

El concepto fue creado en el año 2009 como parte del protocolo bitcoin. Siendo un invento tan reciente, sus aplicaciones están apenas comenzando a imaginarse en todos los campos de la gestión del conocimiento y la información. Uno de los más promisorios, es el de la salud.

Cadenas de bloques y salud digital

Aunque todavía no forma parte del repertorio habitual de atención médica, empresas, organizaciones y estados están investigando y desarrollando aplicaciones de la tecnología de cadena de bloques para mejorar nuestra vida. Aquí te presentamos algunas:

Auditar el uso de datos médicos. Uno de los aspectos más sensibles de las organizaciones médicas es el tratamiento que se da a los datos de los pacientes: historias clínicas, resultados de exámenes, pruebas, diagnósticos y tratamientos. Se trata de conocimiento sensible y personal que puede ser manipulado e incluso comercializado si no se emplean adecuados protocolos de protección de datos personales. Para protegerlo, Google está desarrollando un sistema de seguimiento y control del uso de la información en los centros de salud y hospitales, lo cual permitirá ganar en transparencia y privacidad a todos los usuarios del sistema.

Intercambio e interoperabilidad de datos médicos. Con una población global en constante movimiento -ya sea en migraciones o de vacaciones-, la necesidad de contar con información clínica inmediata de un paciente se vuelve más importante. Supongamos que tenemos una emergencia durante unas vacaciones en Francia: los médicos franceses no solamente tendrán dificultades encontrando mi obra social o prepaga, sino que además deberán confiar en que ésta tenga un sistema de información centralizado en una única historia clínica. Aún así, se encontrarán con otras dificultades de interoperabilidad de la información, desde el idioma hasta los sistemas de clasificación de drogas o enfermedades, que no necesariamente coinciden entre todos los países. La cadena de bloques, en cambio, puede funcionar como una historia clínica virtual, global, traducible, que no depende de una institución sino que sólo puede ser administrada por su dueño/ usuario.

Logística, administración y facturación. Al eliminar la necesidad de intermediarios, buena parte de los costos de logística y administración pueden automatizarse y seguirse en tiempo real. Para casos como los medicamentos que deben conservar la cadena de frío o que tienen una fecha de vencimiento, la posibilidad de contar con un identificador inviolable -y no con un simple sello de tinta en el envase o la caja- permite superar riesgos y suspicacias en el seguimiento de partidas de medicamentos. Del mismo modo, esta tecnología podrá impactar en la lucha contra la falsificación de drogas: al asignar un identificador único a cada frasco, caja o tableta, se puede rastrear toda la cadena de abastecimiento, desde su origen hasta el paciente.

Investigación colaborativa en medicina. La investigación privada en el campo de la salud es muy celosa de sus resultados y de las poblaciones que estudia. Tratándose de un campo muy competitivo, con mucho dinero en juego, las pruebas clínicas y lo estudios de pacientes son ‘propiedad’ de quienes las realizan. La cadena de bloques, en cambio, permite generar grandes masas de información referidas a poblaciones en observación, pruebas clínicas, etc., dando más acceso e interoperabilidad a estos datos para investigadores sin fines de lucro de todo el mundo, asegurando además transparencia en los procedimientos y el manejo de los resultados.

Aunque todavía está en pañales, la tecnología de cadenas de bloques tiene un potencial enorme para cambiar y facilitar la vida de las personas. A diferencia de otras tecnologías de información y validación de datos, no depende de una institución o agente en quien depositamos nuestra confianza, sino del interés colectivo y la distribución en red. Esta es, quizás la principal dificultad para su aplicación en el campo de la salud: es necesario construir esas redes y convencer a los actores de sacrificar algo de su vieja autonomía y control sobre la información para generar, paradójicamente, un sistema más seguro, confiable y horizontal para todos.

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