Aunque tanto la psicología como la psicopedagogía estudian
la mente humana, lo hacen desde perspectivas distintas y con objetivos
diferentes. En esta nota te presentamos sus principales diferencias.
Así como vamos al oftalmólogo para corregir problemas
de la vista o al cardiólogo para atender el corazón, también los distintos
aspectos de la mente y la conducta humanas tienen su complejidad propia.
Con frecuencia, en la escuela notamos que algunos
niños tienen problemas para aprender; que no pueden hacerlo al mismo ritmo que
sus compañeros o que parece que están “negados” con ciertos temas como la
aritmética o la lectura. Para esos casos las escuelas suelen tener un gabinete
especializado en el cual hay un psicopedagogo o psicopedagoga.
En otros casos, en cambio, la persona puede sentirse
inusitadamente triste, o agresiva; puede caer en conductas adictivas o
trastornos de la personalidad más graves. Cuando algo de esto pasa, la consulta
con el psicólogo o la psicóloga permite iniciar un tratamiento para cambiar la
conducta o, al menos, mejorar los síntomas del padecimiento mental.
Aunque ambos campos se solapan, el de la
psicopedagogía es más específico, porque se concentra en el proceso de
aprendizaje, mientras que la psicología incluye aspectos más generales de la
personalidad, la mente y la conducta. A menudo los psicopedagogos intervienen
más en los niños (aunque no exclusivamente) y toman en cuenta aspectos clave de
la psicología (como la toma de decisiones, la formación de la personalidad)
sólo de manera secundaria, como apoyo para la comprensión y la intervención en
el proceso de aprendizaje.
Por tratarse de un campo de estudio y profesional muy
reciente, el lugar de la psicopedagogía entre las ciencias es todavía discutido
en todo el mundo. En España, por ejemplo, es una carrera de posgrado que toman,
en su mayoría, los psicólogos, como una especialización. En Argentina, en
cambio, es una licenciatura específica que depende de las Ciencias de la
Educación.
17
de septiembre. Día del psicopedagogo.
En nuestro país, desde 1982 se celebra el Día del
psicopedagogo cada 17 de septiembre, en recuerdo del nacimiento de Jean Piaget.
Piaget fue un psicólogo y filósofo suizo cuyas
investigaciones sobre el desarrollo intelectual y cognitivo de los niños,
basado fundamentalmente en la observación de sus propios hijos, fueron clave
para comprender el desarrollo intelectual. En su teoría estableció cuatro
estadios sucesivos:
1. El estadio de la inteligencia sensoriomotriz, en el
que los niños de hasta un año y medio desarrollan un conocimiento práctico del
mundo que los rodea y las regulaciones afectivas fundamentales.
2. El estadio de la inteligencia intuitiva, de
sentimientos interindividuales y sumisión al adulto. Se produce entre los dos y
los siete años y le permite al niño representarse los movimientos sin
ejecutarlos, de realizar juegos simbólicos y pensar intuitivamente.
3. El estadio de las operaciones intelectuales concretas,
de los sentimientos morales y sociales de cooperación y el inicio del
pensamiento lógico. Se desarrolla entre los siete y los doce años.
4. El estadio de las operaciones intelectuales
abstractas, finalmente, es el de la formación de la personalidad y la inserción
afectiva e intelectual en la sociedad de los adultos.
Su influencia ha sido enorme, tanto en el desarrollo
de la psicopedagogía como disciplina específica, como en otras áreas de
interés, como el estudio de los distintos tipos de
inteligencia. En el aniversario de su nacimiento, recordamos
el rol de los psicopedagogos en la educación formal y no formal en la
Argentina.
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