No hay excusas: 5 beneficios inmediatos de hacer ejercicio físico

Los días son más largos, nos tomamos vacaciones; tenemos más tiempo para hacer actividad física. Te presentamos 5 cosas positivas que le pasan a tu cuerpo con una sola sesión de ejercicio.

A veces nos da pereza comenzar una actividad física constante: ya sea salir a correr, a nadar, practicar un deporte, ir al gimnasio… Sin embargo, el verano es un momento ideal para empezar a realizar actividades físicas porque los días son más largos, hay menos gente en la ciudad y podemos tomarnos unos días de vacaciones.

Los beneficios del ejercicio son muchos y no hace falta convertirse en un deportista de elite para disfrutarlos. Es más: sólo una sesión de actividad física tiene los siguientes efectos positivos en tu cuerpo y tu mente.

1. Aumenta la confianza en cómo te ves. El solo hecho de “hacer algo” para sentirte mejor ya ayuda a que te sientas mejor, especialmente en relación a la imagen que tenés de tu cuerpo. ¿No te ves más flaca/o después de salir a correr? No se trata de que hayas perdido efectivamente una cantidad significativa de peso, sino que tu cerebro te ve mejor. Esta percepción puramente psicológica de una mejor imagen corporal no sólo mejora tu confianza y autoestima, sino que eventualmente puede ayudarte a lograr efectivamente otros objetivos más “físicos” vinculados a la postura, la tonicidad muscular y el peso.

2. Incide en la plasticidad cerebral. La neurocientífica Wendy A. Suzuki, de la Universidad de Nueva York, ha demostrado que una sola sesión de actividad física aeróbica mejora la actividad en la corteza prefrontal del cerebro, que es donde se alojan las capacidades ejecutivas como la memoria de corto plazo y la capacidad de atención. Esto se debe a distintas causas, entre las que se destaca la oxigenación y circulación de la sangre después de la actividad física, que genera esa sensación de claridad y atención típica del momento de reposo posterior.

3. Mejora el estado de ánimo. Una sesión de ejercicio físico genera mayores niveles de serotonina, dopamina y noradrenalina, tres neurotransmisores que son artificialmente estimulados por psicofármacos recetados para el tratamiento de la depresión. Un único momento de actividad ayuda a mejorar tu estado de ánimo, mientras que la actividad física sostenida y periódica ha probado ser un tratamiento clínicamente válido para cuadros de depresión crónica.

4. Disminuye el stress. Una única sesión de actividad aeróbica aumenta la producción de cortisol, que es una hormona que el cerebro libera frente a situaciones de stress. Su producción en un contexto de ejercicio físico permite estar ya “equipado” para la situación estresante, respondiendo de manera más rápida. Esta capacidad de responder mejor tiene efectos inmediatos sobre la memoria de largo plazo, que se ve perjudicada por los efectos del stress en el hipocampo.

5. Estimula la realización de más actividad física. La actividad aeróbica libera endorfinas, un tipo de proteínas que genera sensación de placer y bienestar. Esto hace que, después de una cantidad adecuada de ejercicio, nuestro cerebro nos pida que hagamos más. Así, una única sesión puede ser el comienzo de un hábito saludable que refuerza y extiende todos los beneficios enumerados aquí.

Es importante elegir el ejercicio que más disfrutes, mejor se adapte a tus gustos, necesidades y tiempos. Hace poco te contamos cuánto ejercicio conviene hacer para compensar el trabajo sedentario, en actividades de moderada intensidad como caminar a buen ritmo a la ida y la vuelta a tu trabajo. Si querés hacer algo más intenso, podés comenzar a correr, recordando siempre que es importante realizar un chequeo antes de comenzar y aumentar gradualmente -y no de golpe- el esfuerzo.

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