Es difícil saber cuánto tiempo es demasiado tiempo. Pero si te hacés esta pregunta, probablemente tengas motivos para preocuparte.
¿Existe la adicción a Internet? Desde hace varios años, la psiquiatría discute si el uso excesivo de Internet a través de distintos dispositivos (computadoras, teléfonos y tabletas) es efectivamente una enfermedad, o sólo un nombre poco científico para una costumbre. Para muchos profesionales, el exceso de tiempo en Internet no es sino una nueva manifestación de los ya conocidos trastornos de ansiedad. Para otros, en cambio, tiene características propias, que se derivan de un uso problemático de la red que interfiere con las actividades cotidianas y la capacidad de establecer vínculos interpersonales presenciales.
¿Cuánto tiempo es demasiado tiempo? No es una pregunta que pueda responderse sólo sumando horas online: una persona puede tener un uso racional de Internet aunque esté conectada ocho horas diarias por su trabajo; a la inversa, si siento que no puedo vivir sin mis dos horas diarias, puede ser que mi conducta sea adictiva. Una buena manera de definirla es: si una persona se conecta habitualmente a Internet para escapar de sus responsabilidades o dificultades cotidianas, y esto le crea más problemas, podemos estar en presencia de una adicción a Internet.
– El 6% de los adolescentes en China sufren de adicción a Internet. En general se encuentra asociado a dificultades en la escuela y desordenes de ansiedad y de vinculación interpersonal.
– En cuadros depresivos, las mujeres tienen un mayor riesgo de uso patológico de Internet que los varones, según una investigación realizada en Corea del Sur.
– El 10% de los estudiantes universitarios españoles ha manifestado algún grado de adicción a Internet. En Gran Bretaña, la cifra escala al 18%.
Aunque se ha detectado la relación entre el uso excesivo de Internet y padecimientos psíquicos como la depresión, los trastornos de ansiedad y la impulsividad, todavía no se ha podido establecer con claridad si la adicción es causa o consecuencia de estos problemas.
China ha sido el primer país en declarar la adicción a Internet una enfermedad, y ha desarrollado centros de rehabilitación muy cuestionados por el tipo de disciplina militar al que someten a quienes se internan. El documental Web Junkie (Adicto a la red, 2014) da una mirada a ese controvertido sistema.