Por primera vez, las consultas por vasectomías superaron a las de ligadura de trompas

Por primera vez desde 2006, año en que la vasectomía se incluyó entre las intervenciones gratuitas de anticoncepción, las consultas de los varones superaron a las de las mujeres. ¿Será un cambio cultural?                            

Los cambios en la agenda de género de la sociedad argentina parecen darse, de manera lenta pero inexorable. Aunque no siempre de manera pública, ni a través de leyes y decretos, algunos datos parecen indicar que las costumbres e identidades sexuales en nuestro país están en movimiento.

Esta es, al menos, la lectura que puede hacerse del dato que difundió la Secretaría de Salud de la Nación en febrero de este año, que dijo que este año, por primera vez, el número de consultas telefónicas por vasectomías (580) superó al de consultas por ligadura de trompas (354).

En efecto, la ligadura de trompas es el método anticonceptivo irreversible más usado, que consiste en cortar y ligar las trompas de falopio para evitar que los óvulos entren en contacto con los espermatozoides. Se trata de una intervención sencilla y sin contraindicaciones. La vasectomía es el equivalente para los varones: consiste en cortar y ligar los conductos deferentes, por los cuales los espermatozoides se mezclan en el semen del varón. Es también sencilla y sin contraindicaciones aunque, a diferencia de la ligadura de trompas, puede revertirse, aunque el procedimiento es más complejo y costoso.

El cambio notado es apenas en las consultas telefónicas que se realizan a la línea de atención de salud sexual: 0800-222-3444. Las intervenciones médicas siguen siendo abrumadoramente más femeninas que masculinas: entre 2016 y 2017 se realizaron 12.976 ligaduras de trompas contra 97 vasectomías en hospitales públicos.

Sin embargo, algunas personas empiezan a pensar que este pequeño cambio está anunciando otro cambio, más importante, en el que los varones comienzan a tomar un rol más activo y consciente en la planificación familiar, tradicionalmente reservado para la mujer.

Quizás llegó el momento de que los varones, de una vez por todas, pongan el cuerpo en la anticoncepción.


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