Vuelven las alertas: cómo protegerse del sol y los golpes de calor

Cada año se difunden las alertas climáticas por las altas
temperaturas. Te explicamos cuáles son y cómo actuar frente a cada una.

 

Aunque este verano no ha sido, hasta ahora, tan caluroso como los
anteriores, en la Ciudad de Buenos Aires y conurbano se siente con fuerza:
calor, humedad y mucho sol. Como las palabras parecen no alcanzar para decir
cómo nos sentimos, el Servicio Meteorológico Nacional usa colores para indicar
el grado de peligrosidad de la temperatura para la vida de las personas: los
niveles de alerta verde, amarillo, naranja y rojo.

 

1. Nivel verde: la
temperatura no representa ningún peligro para las personas.

2. Nivel amarillo: la
temperatura alcanza los 35 grados centígrados. El calor, en este punto, es
peligroso para niños y niñas pequeñas y para mayores de 65 años, además de
pacientes de algunas enfermedades crónicas.

3. Nivel naranja: la alerta
naranja no indica mayor temperatura, sino mayor tiempo de duración: la ola de
calor se extiende por varios días y, en consecuencia, el peligro para la
población en riesgo aumenta.

4. Nivel rojo: frente a
altas temperaturas que se extienden en el tiempo sin que pueda preverse un
descenso próximo, el riesgo de mortalidad para la población indicada es extremo
y puede incluso afectar la salud de personas que no están en riesgo.

El Servicio Meteorológico Nacional ha desarrollado un sistema de
alerta temprana por olas de calor que puede consultarse en este enlace.



¿Cómo cuidarse de las olas de calor?

 

Frente a una ola de calor, es muy importante tomar precauciones antes
de sentir los síntomas.

 

En cuanto a la alimentación, debemos comer liviano, evitando las
bebidas alcohólicas, gaseosas y azucaradas. La mejor bebida para calmar la sed
es el agua, consumida de manera gradual y en grandes cantidades diarias para
combatir la deshidratación. Recordá que la sed es el primer síntoma de que nos
estamos deshidratando.

 

Hay que evitar las grasas, frituras y carnes, que contienen mucha sal
y son de digestión lenta. En cambio debemos comer muchas frutas y vegetales,
lácteos descremados y cereales.

 

La ropa, por último, debe ser liviana y de colores claros. Es
importante elegir con cuidado anteojos de sol que nos
protejan de las radiaciones solares, además de un protector solar adecuado a la exposición y
nuestra piel.

 

La Secretaría de Salud de la Nación preparó una guía de cuidados frente a las olas de calor.



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