Ausentismo y género: ¿por qué faltan hombres y mujeres al trabajo?

Un estudio realizado conjuntamente por el CONICET y Rp./ Salud muestra el impacto del género en las licencias médicas por ausentismo: ¿cuáles son las enfermedades más frecuentes entre varones y mujeres? ¿qué podemos hacer para prevenirlas?

En un trabajo reciente analizamos las principales causas de ausentismo por enfermedad: a comienzos de 2015, las 5 enfermedades más frecuentes tenían un costo aproximado de $19.200.000 para nuestros clientes. Allí presentábamos los resultados de una investigación realizada en forma conjunta entre el CONICET y Rp./Salud. El estudio, sin embargo, incluye también información acerca de las enfermedades más frecuentes en distintos sectores de la economía, según la edad, la época del año, y el género. Precisamente sobre este último aspecto hablaremos hoy.

En términos generales, 54% de las licencias por enfermedad fueron solicitadas por mujeres, mientras que los varones pidieron el 46% restante. Esto no significa, como diría un razonamiento machista, que las mujeres se enfermen más, puesto que la diferencia refleja, aproximadamente, la proporción de varones y mujeres de la población argentina.

Dentro de la población de mujeres que trabajan, podemos armar el siguiente ranking con las licencias médicas más frecuentes:
1. Gripe: el 19% de las visitas a mujeres fue por gripe, lo cual coloca a esta enfermedad estacional en el primer lugar entre los factores médicos que ocasionan el ausentismo femenino.
2. Trastornos gastrointestinales: la misma cantidad de mujeres, el 19%, perdió días de trabajo debido a problemas vinculados al aparato digestivo.
3. Trastornos traumatológicos: el 15,5% de las mujeres pidió licencia por algún problema traumatológico, generalmente asociado a golpes o mala postura durante un tiempo prolongado.
4. Complicaciones obstétricas: las licencias por maternidad no se contemplan en este estudio. Sin embargo, el 10% de las ausencias justificadas de mujeres se debió a complicaciones en el embarazo.
5. Salud mental: el 8% de las mujeres incluidas en la investigación necesitó una licencia médica por motivos de salud mental, entre los que se cuentan la depresión, la ansiedad y el stress.

En cambio, ¿de qué se enfermaron los varones en el mismo período? Si vamos a nuestros datos, encontramos lo siguiente:
1. Trastornos gastrointestinales: el 21,5% de las licencias solicitadas por varones se deben a este motivo. Esto significa que ellos sufren un poco más de problemas de salud vinculados a la alimentación y el aparato digestivo.
2. Gripe: afecta al 20% de los hombres, levemente por encima de las mujeres.
3. Trastornos traumatológicos: sufridos por el 17.9% de los varones, también estos problemas los afectan levemente más a ellos que a ellas. Quizás los deportes de contacto y otras actividades físicas más violentas expliquen esta diferencia.
4. Examen clínico sin particularidades: el 11% de los varones que pidieron licencia no pudieron justificar su ausencia. Esto deriva en un perjuicio doble: para el empleador, porque disminuye su productividad; para el trabajador, porque pierde el día, el presentismo y otros premios. Claramente impacta más en ellos: en el caso de las mujeres, la licencia no justificada afecta al 7,5%.
5. Cirugías y tratamientos posquirúrgicos: el 7,4% de los varones tuvo que faltar, generalmente por un tiempo relativamente prolongado, debido a intervenciones quirúrgicas. En el caso de las mujeres, el impacto es mucho menor: apenas un 4% de ellas se toma licencia por este motivo.

Los resultados del estudio nos permiten proponer algunas líneas de trabajo en la prevención que ayudan a disminuir los costos laborales de las empresas y a mejorar la calidad de vida de los trabajadores. La gripe, los trastornos gastrointestinales y los traumatológicos son las principales causas de ausentismo entre varones y mujeres, con algunas variaciones según el género.

Para el primer caso, el mejor camino es el de la vacunación antigripal: una empresa con 100 empleados debe prepararse para que 20 de ellos falten al menos dos días por gripe. Solamente teniendo en cuenta el costo directo de días no trabajados, la enfermedad tiene un costo 20 veces mayor que la vacunación de toda la plantilla.

En relación a los trastornos gastrointestinales, es fundamental mejorar los hábitos de alimentación, tanto en cuanto a la calidad y variedad de los alimentos como en cuanto a los espacios y el tiempo de las comidas. Incorporar frutas y agua en el espacio laboral, en vez de comida procesada y bebidas azucaradas, tiene un efecto inmediato en el descenso de los trastornos digestivos.

Finalmente, aunque algunos problemas traumatológicos provengan de accidentes y movimientos violentos producidos fuera del ámbito laboral, es importante mejorar las condiciones generales de trabajo, por ejemplo, teniendo en cuenta los aspectos ergonómicos del mobiliario y las herramientas de trabajo.

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