Lo que sucede en un quirófano requiere de mucho conocimiento, experiencia y trabajo en equipo. Hoy te presentamos a uno de los protagonistas invisibles del éxito de una operación.
A veces los pequeños cambios tienen grandes consecuencias. Para algunos historiadores de la medicina, entre los motivos principales del enorme descenso en la tasa de mortalidad quirúrgica observado a comienzos del siglo XX se encuentran la invención de la penicilina, en 1928, y la incorporación generalizada de instrumentadores quirúrgicos a los equipos de quirófano durante la Segunda Guerra Mundial.
En efecto, se trató de uno de los conflictos bélicos más sangrientos de la historia, y los médicos se vieron superados tanto por la cantidad de víctimas como por las condiciones en que debían realizar su trabajo. De allí la necesidad de incorporar a sus equipos de trabajo a personas especialmente capacitadas en el conocimiento y el mantenimiento del instrumental quirúrgico, que pudieran además asistir a los cirujanos eficazmente en el transcurso de una operación. Esta necesidad fue tan imperiosa, que los aliados comenzaron a entrenar personal especializado para desplegarlo en los frentes del conflicto en Europa, primero, y en el Pacífico, después.
En Argentina, los instrumentadores quirúrgicos se incorporaron tempranamente a los equipos de quirófano gracias al Dr. Guillermo Bosch Arana, un importante cirujano argentino que en la década del 30 consideró “imprescindible operar con instrumentadores quirúrgicos en los grandes centros” en un influyente manual de cirugía de 1937.
Desde aquellos años, la tarea del instrumentador se ha vuelto más extensa y compleja. Entre otras actividades, son las personas encargadas de:
– Atender las necesidades del paciente en el quirófano
– Asistir a cirujanos y anestesiólogos en su tarea
– Controlar el instrumental antes y después de usarlo
– Supervisar y evaluar el material disponible en el centro
– Realizar el control de calidad del área quirúrgica
Como puede observarse, su función excede la de alcanzar las tijeras y el bisturí, y es por ello que debe estar constantemente actualizado en cuanto a las innovaciones técnicas y materiales que se desarrollan en su área.
En nuestro país, el aniversario de la muerte del Dr. Bosch Arana, el 19 de septiembre, se ha fijado como Día del Instrumentador Quirúrgico. A todos ellos, ¡feliz día!