La solidaridad en tiempos de redes

Cada 26 de agosto se celebra en nuestro país el Día Nacional de la Solidaridad. Te contamos cómo ayudar a los demás en tiempos de redes sociales y las nuevas oportunidades para ayudar en la empresa.

¿Por qué este día?

Desde el año 1998 celebramos en nuestro país el día nacional de la solidaridad, recordando así el nacimiento de Agnes Gonxha Bojaxhiu. ¿Quién? La Madre Teresa de Calcuta.
Nacida el 26 de agosto de 1910, esta religiosa de origen albanés se hizo mundialmente conocida por su trabajo en la ciudad de Calcuta, India, en la que dedicó más de la mitad de su vida a los más pobres y necesitados. En el año 1950 creó su congregación de las Misioneras de la caridad, destinada a cuidar a “toda esa gente que se siente inútil, no amada, o desprotegida por la sociedad, personas que se han convertido en una carga para la sociedad y que son rechazadas por todos”. Su tarea la llevó a recibir múltiples distinciones, entre ellas el Premio Nobel de la Paz, en 1979.
Al fallecer en el año 1997 fue homenajeada en todo el mundo por su trabajo solidario. Entre estos homenajes, el gobierno argentino instauró, a través de un decreto presidencial, el Día Nacional de la Solidaridad para celebrar y promover todas aquellas actividades que, sin buscar ningún beneficio, son realizadas para mejorar la vida de los demás.

La solidaridad para el siglo XXI

Los más jóvenes son quienes más participan en organizaciones y actividades solidarias, ya sean confesionales, estatales o de organizaciones no gubernamentales. Al disponer de más tiempo y menos responsabilidades, es habitual verlos en actividades como La noche de las frazadas o el proyecto Plato lleno.
Pero no son las únicas maneras de ayudar. A menudo podemos colaborar con instituciones y organizaciones donando dinero, ropa, juguetes o mercadería. También podemos difundir y hacer que su mensaje llegue a más gente. Te presentamos tres iniciativas solidarias para ayudar sin moverte de tu casa.

Incluitter. Se trata de una red de voluntarios, acciones e instituciones solidarias que busca reunir en un sitio de Internet información para quienes quieran colaborar. Su aporte más original es el Mapa solidario, que muestra iniciativas en todo el país según su ubicación geográfica, incluyendo datos de contacto para colaborar.

Quiero ayudar. Con un diseño atractivo y dinámico, el portal está pensado para conectar organizaciones y personas que quieran colaborar de distinto modo. Nos permite ingresar a través de tres categorías: “Quiero donar”, “Quiero ser voluntario” y “Mi ONG en Quiero Ayudar”. En cada sección podemos elegir entre distintas categorías para encontrar la opción que mejor se ajusta a nuestras posibilidades.

Red solidaria. Creada en 1995 por Juan Carr, se trata de una de las redes más conocidas, destinada a proponer y coordinar iniciativas de voluntariado y colaboración en todo el país. A través de Facebook, Twitter y hasta WhatsApp, la Red Solidaria difunde actividades de lo más variado. Sus últimas iniciativas son #FrioCero2016 y #AlertaSolidaria.

Ayudar desde las empresas

Las empresas también pueden hacer su contribución a mejorar la vida de la comunidad y los más necesitados a través de diversas iniciativas de Responsabilidad Social Empresaria. Esto no sólo impacta en su imagen pública y tiene beneficios fiscales, sino que permite reunir una cantidad de ayuda que es muchas veces imposible para los individuos.
En efecto, el trabajo es un buen lugar para realizar iniciativas solidarias en las que, con poco esfuerzo, podemos ayudar a diversas instituciones:

– La Fundación del Hospital Garrahan tiene actualmente tres programas de reciclado: de papel, tapitas plásticas y llaves. Distribuye cajas especiales para recibir donaciones de cualquiera de estos materiales en consorcios, empresas o instituciones de otro tipo (por ejemplo, educativas). Es muy fácil ponerse en contacto y la propia fundación se encarga de distribuir y recolectar el material para su reciclaje.

– Los equipos informáticos que dejan de utilizarse en las oficinas pueden ser donados para su acondicionamiento y reutilización. Para ello existen algunas fundaciones especializadas como E-basura, de la Universidad de La Plata, y la fundación Equidad.

– El mobiliario de oficina también puede ser aprovechado por entidades sin fines de lucro. Dos de las organizaciones más conocidas en este sentido son el Ejército de Salvación y Emaús, quienes se encargan de recoger muebles y electrodomésticos, reacondicionarlos en sus propios talleres y distribuirlos o venderlos para sostener sus diversas iniciativas solidarias.

– La Universidad de San Andrés ha realizado una completa guía que contempla los aspectos impositivos y administrativos para la realización de donaciones por parte de empresas.

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