En
el mes del día internacional de la mujer, te contamos cómo impacta la
desigualdad de género en su salud, y cómo repercute en su calidad de vida.
Cada vez más leemos y escuchamos
acerca de la brecha salarial de género, por la cual las mujeres ganan, en promedio, un 20% menos que los varones en América Latina.
Este no es el único espacio en el que se percibe la desigualdad de género.
También la salud es afectada.
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) considera que el género no se refiere al sexo biológico, sino a los
roles, características y oportunidades que se definen socialmente para varones,
mujeres, niños, niñas y personas con identidades no binarias. En ese sentido,
no se trata de un problema biológico sino sociocultural que, no obstante, tiene
un componente central en el cuerpo y la sexualidad de las personas.
En el marco de esta definición
amplia, las mujeres tienen una esperanza de vida superior (de 4 años en promedio),
en buena medida porque los varones están habitualmente más expuestos a
conductas de riesgo (como fumar o consumir alcohol en exceso). Por otro lado,
las mujeres tienen tasas de ceguera más altas, que la OMS atribuye a las
dificultades de acceder a tratamientos para las cataratas. En efecto, su mayor
expectativa de vida transcurre habitualmente en peores condiciones socioeconómicas.
Además, se ha reducido en los últimos años: mientras que en la década del
setenta era de 7,6 años, en la actualidad alcanza los 4 años.
Sin embargo, existe una situación
de desigualdad estructural que se advierte en estudios recientes. Por una
parte, los sujetos experimentales en la investigación médica son mayormente varones,
con lo cual es menos conocido el efecto de los tratamientos entre las mujeres.
Las mujeres sufren con mayor frecuencia trastornos mentales como la ansiedad y
la depresión, en las que triplican a los varones. En este sentido, los aumentos
recientes en las tasas de suicidio femenino despiertan alarmas que no se pueden
ignorar. Por último, el género es una variable que incide especialmente en la
calidad de vida al combinarse con etnia y clase social. Como lo demuestra un estudio del año pasado,
los principales indicadores sanitarios de poblaciones migrantes y/o en
situación de pobreza empeoran cuando son cruzados por género.
Día internacional de la mujer
Cada 8 de marzo, desde 1911, se
conmemora el Día internacional de la mujer trabajadora, a veces acortado a Día
de la mujer, establecido en un contexto de fuerte reivindicación y protesta de
las mujeres europeas que reclamaban mejores condiciones de trabajo.
La Organización de las Naciones
Unidas (ONU) propuso para este año el lema ‘Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio’,
aunque en cada país se celebró con características propias. En Argentina, el 8
de marzo de 2018 se convocó al Paro Internacional de Mujeres, con una adhesión
global de más de 170 países, que hizo pública la existencia de un movimiento
femenino que, con sus diferencias ideológicas, reclama mayor visibilidad y
derechos.
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